Lee libros, sal de la inteligencia artificial generativa


No hables con extraños: recomendación paternal de toda la vida. Pero, claro, si no vas «a hablar con extraños» cuando usas la IA, sino que vas a hacer los deberes del colegio... ¡nada que objetar! Todo genial.

Pero la IA quiere meterse en tu mente y respondiendo a preguntas de ecuaciones no lo conseguirá, así que introduce en la conversación términos y enfoques comprometedores para el receptor humano.

Se atreve con técnicas que recuerdan a los captadores de sectas: preguntas simples animándote a preguntar (quizá te encuentre aburrido), preguntas o comentarios «atrevidas» para descolocarte (sintiéndose psicóloga y líder), insinuaciones (por si suena la flauta y manifiestes una vulnerabilidad), etc. etc.

Lee libros, sal de la inteligencia artificial generativa, no permitas que te limite, menos aún, que te condicione, habla con seres humanos.

Estamos hablando de inteligencia artificial generativa, la llamada GenAI por su sigla en inglás (y hashtag frecuente en las redes sociales). Esa inteligencia artificial (IA) que responde recitando la lección a cuanta pregunta se le hace. La inteligencia artificial que no es generativa al estilo de esta funciona como un software avanzado.





Los padres de Adam Raine, Matt y Maria Raine, han demandado a OpenAI.

Acusan a OpenAI de diseñar su chatbot ChatGPT para «fomentar la dependencia psicológica en los usuarios».


La compañía ha anunciado ya cambios en ChatGPT tras el suicido del joven empujado por esta IA generativa.





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